Nicolás Gabriel Carrizo, el cuarto detenido de la causa en la que se investiga el atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, negó haber participado en la organización del ataque.
Aseguró que los mensajes incriminatorios detectados en su celular fueron como una broma a un familiar.
En el teléfono de Carrizo se habían encontrado mensajes en los que aseguraba el ataque debió haberse realizado en otro momento y hasta se preguntaba si el arma empleada era la que el supuestamente le había entregado a los atacantes.
Solo respondió preguntas de su abogado defensor, Gastón Marano, con el objetivo de desentenderse de los hechos y asegurar que esos mensajes son parte de un diálogo «en broma» con una familiar a la que le atribuyó ideología filokirchnerista.
Carrizo rompió en llanto y aseguró que conoció a los procesados Fernando Sabag Montiel y a Uliarte en una fiesta hace 3 meses y que el hombre que quiso asesinar a la Vicepresidenta le dijo que estaba sin trabajo, por lo que le ofreció sumarse a su emprendimiento de producción y venta de copos de azúcar.
Afirmó que no conoce los recorridos que hacen los vendedores a los que provee de los copos para vender y sostuvo que cada uno sale a ofrecer el producto y luego le pagaban una suerte de canon.
Dijo que salió a defender a Uliarte en una entrevista con el programa televisivo Telefé Noticias porque ella les dijo a los vendedores de copos de nieve que había recibido amenazas, pero señaló que luego de enterarse de que podía tener vinculación con el ataque a la Vicepresidenta fueron a presentarse ante la Policía para que se los considerara como testigos.
Aseguró que el 27 de agosto pasado no estuvo en la zona donde vive la Vicepresidenta y añadió que por ese entonces desconocía el lugar en el cual estaba la casa de la exmandatria, a la vez que aseguró que no sabía de la preparación de un atentado antes de que se concretara este intento fallido.
A Carrizo se le imputó el haber participado junto con Sabag Montiel, Uliarte y Agustina Mariel Diaz, en la planificación del intento premeditado de dar muerte a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner .
También se le endilgó el haber aportado un arma de fuego tipo pistola calibre .22 corto, distinta a la que finalmente se utilizó en el ataque fallido.