El 27 de marzo había sido visto por última vezFabio Bazán, un cartonero de 24 años que trabajaba en el relleno sanitario.
Encontraron su cuerpo en un pozo de cemento, a unos cuatro metros de profundidad.
Después de cometer el crimen los asesinos intentaron quemar a la víctima y cubrieron sus restos con basura. Tras 10 días de rastrillajes intensos en la zona los investigadores dieron con el cuerpo.
La madre del reciclador desaparecido logró reconocerlo por las zapatillas que tenía puestas.
El cuerpo tenía dos golpes en la cabeza.
La fiscal Cecilia Martiní confirmó que hay 5 detenidos en la causa que estuvieron viviendo en el lugar donde se encontró el cuerpo hasta que se denunció la desaparición de Bazán.
El comisario Claudio Cano manifestó que la víctima tenía problemas con el consumo de drogas y que “días antes a su desaparición sabemos que protagonizó incidentes con personas conocidas”.
Según informó el juez Carlos Ordás, las tres mujeres y los dos hombres detenidos son integrantes de un mismo grupo familiar y fueron acusados en una audiencia por el crimen de Bazán: homicidio doblemente agravado (cometido en grupo y con alevosía).
Pasó en Santa Rosa, La Pampa.
