Joaquín Sperani murió tras recibir más de 10 golpes en la cabeza, según reveló el informe preliminar de la autopsia.
Determinó que Joaquín murió a causa de un traumatismo de cráneo y que sufrió un daño encefálico que le provocó la muerte inmediata.
El amigo de la víctima que fue detenido como supuesto culpable de la agresión fue trasladado a un instituto de menores donde será sometido a estudios de diagnóstico, psicosociales y ambientales.
El Poder Judicial provincial informó mediante un comunicado que el traslado del joven, que por su edad es inimputable, se realizó «para su resguardo» y que el destino fue un centro penal juvenil.
La decisión fue tomada por el juez de de Control, Niñez, Adolescencia, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género y Faltas de Laboulaye, Sebastián Moro, quien antes tomó contacto con el adolescente y con sus padres.
La información judicial indica que «se pudo establecer la presunta participación no punible de un niño de 14 años» en la muerte de Joaquín y añade que «el adolescente involucrado en el hecho actualmente se encuentra alojado para su resguardo en el Centro de Admisión y Diagnostico (CAD), que depende del Complejo Esperanza, de la ciudad de Córdoba».
Desde el juzgado se precisó que, en la situación de adolescente no punible, ya está interviniendo la Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia (Senaf).
«Este chico es un psicópata. Era amigo de toda la vida de Joaquín, hicieron la primaria juntos, cumpleaños. Como familia íbamos al campo de ellos. No había nada que nos llamara la atención», dijo Mariela Flores, madre del adolescente asesinado a la prensa.
La familia de la víctima encabezó una movilización a la fiscalía. Reclaman que se investigue si participaron más personas.