Le disparó a la cara.
Valeria Ramírez, de 26 años, fue asesinada de un balazo en el rostro en una casa.
Por el hecho detuvieron a su esposo policía, que en un primer momento dijo que el autor del disparo había sido su hijo de 3 años.
Todo pasó cuando el policía regresó a la vivienda, donde residía con la joven y su hijo de 3 años, luego de realizar una guardia.
Dejó su arma reglamentaria en un sector de la habitación, según manifestó el acusado en un primer momento.
Se dirigió hasta la cocina y fue en ese momento que escuchó un disparo, por lo que dijo que supuso que su hijo de 3 años había tomado el arma y efectuó accidentalmente un disparo e hirió a su esposa.
Como consecuencia del tiro, Ramírez fue trasladada al Hospital Central, en la ciudad de Mendoza, donde fue asistida por los médicos de guardia por un paro cardiaco y luego derivada al quirófano por una herida de arma de fuego que le ingresó por la nariz y le salió por el tórax.
Ramírez falleció a causa de la herida que recibió.
Personal de Investigaciones y de Científica de la policía provincial fueron hasta la vivienda donde se produjo el hecho con el objetivo de encontrar elementos para la causa.
Horas después el policía se presentó y admitió ser el responsable del disparo y no su hijo como había manifestado en su primera declaración.
Quedó detenido.
Pasó en la localidad mendocina de Godoy Cruz.