Un hombre fue detenido como sospechoso de haber matado a Máximo Jerez, el nene de 11 años baleado junto a 3 primos, que quedaron heridos.
Los vecinos destruyeron con palas y martillos el frente de su casa, donde aseguran que funcionaba un búnker de venta de drogas.
El arresto y los incidentes se iniciaron cuando la policía fue al domicilio para detener a un sospechoso de la balacera cometida contra un grupo de personas, entre ellas varios niños, que se hallaba frente a un kiosko.
Los efectivos hallaron a un numeroso grupo de vecinos que rodeaba el domicilio y atacaba el frente con piedras, palas y martillos con el fin de linchar a sus moradores, a quienes acusan de ser narcos.
Los efectivos se llevaron detenido al dueño de casa, a 2 de sus hijos y a 2 mujeres integrantes de la familia, al tiempo que dispararon postas de goma para dispersar a los vecinos enardecidos que querían ingresar a la vivienda.
Luego de que se retirara la policía, los habitantes del barrio destruyeron varias paredes del domicilio y se apoderaron de todos los efectos que había en el interior.
La principal hipótesis apunta a un ataque “atravesado por el narcotráfico” y por una pelea “por el territorio”, de la cual eran ajenos tanto los niños como sus familiares.
Los 3 chicos baleados que siguen internados ingresaron en el mismo momento que Jerez, con «heridas de arma de fuego con distintas lesiones» aunque con «buena evolución».
Pasó en Rosario.